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El verano más acuático
Los deportes y actividades acuáticos no están fuera del alcance de las personas con discapacidad, todo lo contrario. Las actividades acuáticas adaptadas se practican cada vez más y España tiene muchos campeones y campeonas en deportes de agua. En lo que respecta a las actividades y juegos acuáticos, son una opción muy saludable y divertida para disfrutar del verano sin importar las capacidades de cada uno.
Actividades acuáticas adaptadas para personas con discapacidad
Cuando aprieta el calor, como en este año de altísimas temperaturas, lo mejor es disfrutar de un buen baño, ya sea en el mar, el río o la piscina. Además de ser divertido, es muy saludable, por lo que está especialmente recomendado para todos (siempre con las debidas precauciones). Las personas con discapacidad no son una excepción y tienen a su alcance el verano más refrescante.
Si hablamos desde el punto de vista de la salud, las actividades acuáticas adaptadas aportan a las personas con discapacidad múltiples beneficios: mejor rendimiento físico y desarrollo de la musculatura, control del sobrepeso, coordinación, movilidad… Todos son ventajas para la persona, que encima se refresca y se divierte.

También son importantes los beneficios sociales que este tipo de actividades aportan, pues ayudan a la inclusión y las relaciones personales en un ámbito sano y lúdico, especialmente a los más pequeños.
Muchas actividades acuáticas adaptadas se organizan en grupos mediante talleres, campamentos, equipos. Incluso algunos deportes como la vela requieren de una tripulación. Por tanto, más ventajas todavía para estas personas.
Los niños, con independencia de sus capacidades, deben aprender lo antes posible a desenvolverse en el medio acuático. No solo tienen que perder el miedo y aprender a nadar, sino que deben aprender a disfrutar con actividades y deportes que hacen más divertidos y saludables los meses estivales o, en el caso de las piscinas cubiertas, durante todo el año.
La mayor parte de deportes relacionados con el agua tienen su vertiente adaptada
Vela, surf, kitesurf esquí náutico, natación, piragüismo, buceo… Casi todos los deportes acuáticos tienen su vertiente adaptada, y muchos de ellos son disciplinas oficiales, con sus diversas categorías en los Juegos Paralímpicos. Aunque muchos necesitan equipos especiales, otros, como la natación, solo demandan ganas de hacer deporte y disfrutar del agua.
Precisamente la natación está considerada como uno de los deportes o ejercicios físicos más completos. Aunque en el mar es distinto, en interior cada vez más se ofrecen piscinas adaptadas, que permiten a todo el mundo disfrutar durante todo el año de esta sana actividad. No en vano, es uno de los deportes que primero tuvo su adaptación a las personas con discapacidad y España es en la actualidad toda una potencia, con un enorme medallero.
Otra manera de disfrutar del agua es practicando buceo. Es muy interesante porque se realiza en grupo, lo que permite socializar, y, además, en el caso del mar, facilita disfrutar de un entorno único de gran belleza, sobre todo en zonas de aguas cristalinas. Por supuesto, la posibilidad de su práctica depende de las capacidades de la persona, tanto de movilidad como de respiración autónoma.
Esquí náutico y piragüismo también se adaptan para personas con discapacidad
Pero si hay voluntad y se cuenta con ayuda, todo es posible. Deportes tan dificultosos a priori como el esquí náutico o el piragüismo también son accesibles para personas con distintas capacidades. En el caso del esquí, por ejemplo, las personas con movilidad reducida pueden practicarlo sentado, y así pueden sacar el máximo rendimiento a la velocidad y el medio acuático, incluso realizar saltos.
En lo que respecta al piragüismo, se puede hacer de manera individual o por parejas y, en principio, la movilidad de las extremidades inferiores no es necesaria. Existen escuelas y asociaciones que permiten que las personas con discapacidad, solas o acompañadas, disfruten de este atractivo ejercicio físico.
Pero si hay deportes que se llevan la palma por su complejidad y por capacidad de adaptación de los deportistas son el surf y, relacionado con este, el kitesurf (con la persona sentada). Son algunos de los deportes más inclusivos.
El surf tiene cuatro modalidades: prone (tumbados), prone con asistencia (para acceder y salir del mar), amputados e invidentes. Es alucinante contemplar el nivel de algunas de estas personas para mantener el equilibrio sobre la tabla. Es el caso de la campeona del mundo de surf adaptado, la española Sarah Almagro, a la que entrevistamos para el blog de SIFU.

Finalmente, cabe destacar la vela adaptada. España es una potencia en esta disciplina y también en sus modalidades adaptadas. Las embarcaciones son rectificadas para que sea más fácil su manejo, como el timón, las velas, etc. Hay modalidades individuales y colectivas, lo que contribuye a la socialización. ¡Y nada mejor que terminar la singladura con un buen chapuzón!
En definitiva, ya sea practicando uno de los numerosos deportes acuáticos o simplemente realizando actividades o juegos, el mar, el río o la piscina son la mejor opción para, en primer lugar, refrescarse y divertirse, y en segundo, contribuir a mantener la salud y apoyar la inclusión social de todos. ¡Al agua!