pack gastronómico Vermeet
pack gastronómico Vermeet

Vermeet: un aperitivo saludable, sostenible, local e inclusivo

Algo tan común como un aperitivo puede convertirse en la mejor de las decisiones, no solo por los deliciosos productos que se consumen, sino porque, en el caso de la propuesta de SIFU, supone una apuesta decidida por la inclusión y el producto de proximidad.

Vermeet potencia el empleo de personas con discapacidad y la economía local

Vermeet, denominación que mezcla vermut y encuentro, es una propuesta gastronómica de SIFU simplemente irresistible, apta para los paladares que apuestan por lo bueno de la gastronomía local.

Es una oferta de distribución que se enmarca dentro de la tradición de creación y distribución de Lotes de Navidad que atesora SIFU, y que permite disfrutar entre amigos y familiares de los mejores productos de cercanía.

No en vano, además de la calidad de los productos, según Elisabet Palomo, directora nacional de Suministros de SIFU, se trata de packs creados con artículos de productores que atesoran unos valores como historia de empresa familiar, cercanía, calidad y responsabilidad sostenible.

Un catálogo de productos con valor gastronómico y social

El aspecto gastronómico incide en la posibilidad de acceder a paquetes de productos de la máxima calidad, con una exigente selección, y que permiten conocer lo mejor de las gastronomías regionales españolas.

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Entre ellos destacan el Vermeet de Catalunya, que incluye como producto estrella paté del galló del Penedès, un manjar exclusivo y muy local, así como embutidos y vinos de las denominaciones de producción más exclusivas.

Sin salir del noreste de la Península se puede viajar con el Vermeet de Aragón, en el que llama la atención la potente combinación de embutido, queso, vino y níscalos. Y navegando un poco queda al alcance de este viaje gastronómico el Vermeet mallorquín, en el que la estrella es la sobrasada, bien regada y endulzada con confituras.

Para los amantes de los productos del mar, nada mejor que Vermeet Galicia, con mejillones y sardinas acompañas del mejor ribeiro.

Y si se prefiere viajar más al sur, el Vermeet de Andalucía tiene dos vertientes: Jaén, en el que el aceite de oliva en las más diversas manifestaciones culinarias asombrará a todos los consumidores, y Sevilla, en el que el picoteo huele a la ciudad hispalense, a naranja olivas y vino oloroso.

La sobriedad castellana tiene representadas dos propuestas con o sin alcohol con el Vermeet de Castilla y León. La primera de ellas, con copas de Ribera de Duero y Rueda, permite saborear el mejor ibérico. La segunda igual de apetecible, pero sin preocuparse por el consumo etílico sin renunciar al mejor sabor de la producción vitivinícola de la zona.

Por último, la propuesta de Vermeet Navarra, con una selección de vinos y productos gourmet como piparras, pimientos del piquillo, espárragos o bonito, entre otros.

Los productores locales tienen una oportunidad de distribuir mejor sus productos

El lado más solidario de Vermeet se manifiesta a su vez en una doble vertiente. En primer lugar, con los productores locales, lo que permite una producción sostenible. El objetivo es ayudarlos con un canal de venta alternativa al habitual, abriéndose la oportunidad a través de la ventana de la tecnología, por diferentes canales de Marketplace, explica Elisabet Palomo.

Así, estos consiguen nuevas vías de comercialización en formato de packs o detalles para empresas y particulares. Esto beneficia a su vez al consumidor, que tiene acceso a productos exclusivos, respetuosos con el medioambiente y de gran calidad, y que no están a su alcance en las cadenas de distribución habituales.

Pero la sostenibilidad y la economía local no son el único aspecto positivo, también lo es la inclusión laboral. La elaboración de los packs y su distribución corre a cargo de trabajadores con discapacidad, que de este modo logran su inclusión laboral.

Incluso dicho carácter integrador va más allá, pues, como en el caso del Vermeet de Catalunya, algunos de los productos que lo forman se elaboran en centros especiales de empleo en los que trabajan personas con discapacidad. Un proceso perfecto desde el campo al paladar del consumidor.

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